El prolapso de órganos pélvicos se produce cuando los músculos y los ligamentos de la pelvis están debilitados. Debido a esto, no son capaces de mantener los órganos pélvicos en su lugar y estos pueden caer en el área pélvica. Las mujeres con prolapso a menudo tienen una sensación de pesadez en la vagina o la pelvis. Ellas se quejan de tener la sensación de estar "sentadas sobre una pelota", o notar un bulto o masa que sobresale de la zona vaginal mientras se duchan. Algunas veces esta sensación de pesadez o abultamiento se experimenta más al final del día, después de trabajar o de haber estado de pie todo el día. Puede haber otros síntomas como malestar durante las relaciones sexuales, incontinencia urinaria y problemas intestinales.

Algunas mujeres pueden intentar empujar el órgano prolapsado para ayudarse a orinar. También pueden observar que la presión se reduce por sí sola cuando se acuestan por la noche.

Existen varios tipos diferentes de prolapso de órganos pélvicos, con diferentes nombres dependiendo de los órganos afectados.

¿Qué causa el prolapso de órganos pélvicos?

El prolapso de órganos pélvicos se produce cuando los músculos del suelo de la pelvis están sobretensionadas o no son lo suficientemente fuertes para sostener los órganos pélvicos en su posición correcta. No es una afectación grave que ponga en riesgo la vida, pero puede causar dolor y malestar y tener un impacto importante en su calidad de vida del día a día.

Las causas por las que los músculos de la pelvis pueden estirarse o debilitarse:

• El embarazo y parto
• La edad y la menopausia
• Obesidad
• Los fibromas o tumores pélvicos
• Tos crónica o estreñimiento crónico
• Levantar objetos pesados
• Ciertas condiciones genéticas
• Cirugías pélvicas previas
• Algunas enfermedades neurológicas o lesiones de la médula espinal

Los principales tipos de prolapso de órganos pélvicos son:

Prolapso de vejiga – el cistocele se produce cuando la vejiga, que almacena la orina, se desliza hacia abajo y empuja contra la parte frontal de la vagina.

Prolapso de recto – el rectocele se produce cuando el recto sobresale dentro de la parte posterior de la vagina.

Prolapso de uretra – el uretrocele se produce cuando la uretra, que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo, se desliza y empuja contra la parte inferior de la parte frontal de la vagina.

Prolapso de cúpula vaginal – el prolapso de cúpula vaginal se produce cuando la parte superior de la vagina cae sobre sí mismo. Sólo ocurre si una mujer ha tenido una histerectomía, una operación para extirpar el útero.

Prolapso de intestino delgado – el enterocele se produce cuando el intestino delgado cae entre la parte posterior de la vagina y el recto. Puede ocurrir al mismo tiempo que el prolapso del útero o el recto.

Prolapso de útero – el prolapso uterino se produce cuando el útero (matriz) cae en la vagina.

Su médico evaluará qué tipo de prolapso que pueda tener. Es posible tener más de un tipo de prolapso al mismo tiempo.

Anatomía femenina normal	Cistocele	Rectocele	Prolapso uterino

¿Cómo sé si tengo prolapso de órganos pélvicos?

Los signos y síntomas del prolapso de órganos pélvicos varían, dependiendo del tipo de prolapso y lo avanzado que esté.

Un prolapso leve puede ser experimentado como una sensación de presión en su área pélvica, especialmente si usted ha estado de pie durante mucho tiempo.

A medida que el prolapso se vuelve más severo, puede sentir más molestias, así como uno o más de los siguientes síntomas:

• Problemas para controlar la vejiga
• Dificultad para orinar
• Pérdidas de orina durante las actividades cotidianas que ejercen presión sobre el abdomen (incontinencia urinaria de esfuerzo)
• Estreñimiento u otros problemas intestinales
• Molestia o dolor en la pelvis inferior
• Dolor de espalda
• Sensación de que algo está atascado o está cayendo fuera de la vagina
• Molestia o dolor durante las relaciones sexuales
• Un bulto en la vagina
• Sangrado o secreción inusual

Hay diferentes opciones de tratamiento disponibles para el prolapso de órganos pélvicos. Su médico podrá ayudarle a encontrar la mejor solución para usted, de acuerdo con el tipo y la causa del prolapso. También tendrá en cuenta sus planes para el futuro, incluyendo si desea quedarse embarazada.

El tratamiento puede comenzar con opciones no quirúrgicas, como los ejercicios de Kegel, un pesario (dispositivo que se coloca en la vagina como soporte), la administración de suplementos de estrógenos, la estimulación eléctrica o biorretroalimentación.

Los ejercicios de Kegel son ejercicios que pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico. En los casos leves de prolapso uterino, puede ser el único tratamiento necesario. Sin embargo, para que sean eficaces, tienen que hacerse todos los días.

Los pesarios vaginales son dispositivos de goma o plástico que se utilizan para apoyar el suelo pélvico y el órgano prolapsado. Un profesional médico o profesional sanitario insertará y encajará el pesario, que debe ser limpiado con frecuencia y retirado antes de las relaciones sexuales.

La terapia de reemplazo de estrógenos puede ayudar a limitar el debilitamiento de los músculos y de los tejidos conectivos que sostienen el útero, la vejiga y el recto. Sin embargo, hay algunos inconvenientes al tomar estrógenos, tales como un mayor riesgo de coágulos sanguíneos, enfermedad de la vesícula biliar y cáncer de mama.

Usted debe discutir todas las opciones de tratamiento disponibles para usted con su médico.

Si usted necesita una cirugía para reparar su prolapso de órganos pélvicos, el tratamiento quirúrgico para reparar el suelo pélvico implica el uso de su propio tejido o una malla.

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Hable con su médico para saber más acerca de las opciones quirúrgicas para el tratamiento del prolapso.