Dado que para la mayoría de las personas con espina bífida es difícil saber cuándo se llena la vejiga y el intestino, a menudo tienen problemas para controlar la evacuación de orina y materia fecal.
Estos síntomas deben controlarse desde el nacimiento para evitar las complicaciones molestas, como el daño renal, las infecciones de las vías urinarias y el dolor abdominal. En la siguiente sección se describen algunas soluciones:
Imposibilidad de evacuar la vejiga
- Sondaje Vesical Intermitente (SVI)
Si es necesario, el SVI suele colocarse inmediatamente después del nacimiento para prevenir el daño renal. Inicialmente, los padres tendrán que realizar el procedimiento, pero, cuando sea capaz, el niño tiene que asumir la responsabilidad, por lo general a partir de los 8 o 9 años.
Escapes de orina
A partir de los cuatro años de edad, usar un pañal puede afectar la vida social, y es en este caso que los colectores de orina son una alternativa viable para los niños y los hombres, permitiéndoles continuar con su rutina diaria.
Fugas del contenido intestinal/incontinencia crónicas
Tanto la pérdida de heces como el estreñimiento pueden ser muy molestas y tener un impacto negativo en la calidad de vida.
Los problemas intestinales pueden mejorar mediante la irrigación transanal que le proporcionara la confianza necesaria para mejorar su calidad de vida.
Coloplast dispone de los siguientes productos para ayudarle con sus problemas intestinales:
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La espina bífida en números
La espina bífida es un defecto congénito de la columna vertebral. La cantidad de niños que nacen con espina bífida está disminuyendo debido al número cada vez mayor de mujeres que toman suplementos de ácido fólico antes y después de la concepción, y a los programas de detección para identificar la enfermedad en una etapa temprana del embarazo. En Europa, aproximadamente cuatro de cada 10 000 niños nacen con espina bífida.